martes, 23 de diciembre de 2014

Escenas vida cotidiana novohispana













Tlalocan, pintura mural

TEPANTITLA ZONA ARQUEOLÓGICA DE TEOTIHUACAN
Este conjunto es célebre por el Tlalocan, pintura mural que muestra, en su parte alta, un monte que encierra el agua y los mantenimientos. Sobre él se yergue una divinidad con los símbolos del agua y del fuego en el rostro; tiene los brazos abiertos y deja caer grandes gotas de sus manos. Atrás se levanta un árbol florido y de ramas entrelazadas. En el talud inferior hay otro monte, del cual brotan corrientes que irrigan campos de cultivo. Diminutos hombrecillos se divierten allí, nadando, bailando, capturando mariposas, cortando flores o jugando a la pelota.

Otro símbolo que aparece con frecuencia es la mariposa. La encontramos en los murales de Tepantitla [...] “Mariposas, sapos, jaguares y estrellas. Práctica y símbolos del juego de pelota”, de la autora María Teresa Uriarte.
Detalle del mural llamado Tlalocan. Se exhibe en Tepantitla, en la Zona arqueológica de Teotihuacan, estado de México.






ARQUEOLOGÍA MEXICANA EN:
https://www.facebook.com/arqueomex/photos/a.350385424999742.78844.323936520977966/832493833455563/?type=1&theater 

miércoles, 10 de diciembre de 2014

Templo de Quetzalcóatl

En el Templo de Quetzalcóatl se ven serpientes con conchas y caracoles, indicadores todos ellos de un carácter acuático y de fertilidad. Zona arqueológica de Teotihuacan, estado de México.

Foto: Guillermo Aldana / Raíces

La Pirámide del Sol
En el caso de la Pirámide del Sol, el lugar sagrado está indicado por la cueva que fue encontrada debajo del monumento. Ya habíamos comentado que no importa si la cueva es natural, artificial (hecha por el hombre) o presenta ambas características; lo que importa es el simbolismo que la representa como lugar por donde se puede ir al mundo de los muertos o la matriz que pare pueblos. Por eso suele asociarse con el agua como elemento de fertilidad, como lo indican los canalones hallados en el interior de ella. Los [principales] edificios [de Teotihuacan] están orientados hacia el poniente, lo que obedece en todos los casos al movimiento solar de este a oeste, por medio del cual se establece la orientación de la ciudad como imagen del cosmos.
En la actualidad muchas comunidades indígenas conservan la idea de que algunos cerros contienen agua en su interior. Esta creencia proviene del mundo prehispánico y se expresa en el altépetl o montaña de agua alrededor del cual se asienta la comunidad. Si bien las referencias sobre éste son tardías, no es de dudar que tenga sus inicios en Teotihuacan o aun antes. [Así, en] el Templo de Quetzalcóatl se ven serpientes con conchas y caracoles, indicadores todos ellos de un carácter acuático y de fertilidad.
IMAGEN: Pirámide del Sol. Zona arqueológica de Teotihuacan, estado de México.
Foto: Guillermo Aldana / Raíces.


Este texto es un fragmento tomado del artículo " Pirámides como centro del universo” del autor Eduardo Matos Moctezuma. El artículo está publicado íntegramente en la edición regular de Arqueología Mexicana, núm. 101, titulada Las Pirámides de México
https://www.facebook.com/arqueomex/photos/pb.323936520977966.-2207520000.1418255654./803507883020825/?type=3&theater
EL CONJUNTO DEL QUETZALPAPÁLOTL
El visitante debe tomar en cuenta que este conjunto fue reconstruido en los años sesenta del siglo XX con el propósito de dar una idea de cómo eran las construcciones teotihuacanas. Esto se logró gracias a que se restituyó en su posición original gran parte de los elementos arquitectónicos que se habían derrumbado. El rasgo más notable de este conjunto es el patio del palacio, delimitado por pilastras labradas con representaciones de aves mitológicas. Las representaciones de quetzales, de frente, con una mariposa (papálotl) sobre el pecho son las que dieron nombre al conjunto. Esta combinación de quetzal-mariposa se asocia con la noche, la muerte y el inframundo. El tablero superior muestra una rica decoración geométrica y en el techo, sobre cada pilastra, se encuentra una almena con la representación del glifo del año según los teotihuacanos.
 

IMÁGENES: A. Patio del Palacio del Quetzalpapálotl. Sus diversos elementos arquitectónicos fueron restituidos en su posición original en 1964. B. El Palacio del Quetzalpapálotl fue uno de los edificios más suntuosos de la ciudad de Teotihuacan, como lo muestra la decoración de su patio. Entre otros elementos, destacan las pilastras –cada una de ellas adornada con representaciones de aves míticas– y las almenas con la representación del glifo del año teotihuacano.
Reconstrucción del Patio del Quetzalpapálotl. Tomado de Jorge Acosta, 1964.
Foto: Marco Antonio Pacheco / Raíces. Digitalización: Leonardo López Luján
“El Conjunto el Quetzalpapálotl”, de los autores María del Carmen Solanes y Enrique Vela, se publicó íntegramente en la edición especial de Arqueología Mexicana, núm. 28, titulada Teotihuacan. Guía visual.

https://www.facebook.com/arqueomex/photos/pcb.828193400552273/828193227218957/?type=1&theater